PLATAFORMA DE SUPORT A LES PERSONES REFUGIADES
Santa Coloma de Cervelló
Amenazas, presiones e incluso violencia en algunos casos, son ejercidas por individuos y grupos informales contra las personas en tránsito en los Balcanes. En algunos casos, por su parte, la violencia contra las personas y grupos que apoyamos se ha hecho mucho más palpable. En esencia, estas acciones son xenófobas e intolerables.
Éstas se han producido de diversas formas. Observando las experiencias de las voluntarias de la NNK que trabajan en Šid (Serbia), las agresiones se manifiestan, entre otras:
- Acciones y amenazas violentas por parte de miembros del grupo serbio nacionalista llamado Sokoli este pasado mes de febrero. Una voluntaria describió cómo les arrojaron gasolina a ellas y a las tiendas donde se encontraban. A otras les destrozaron sus teléfonos móviles e intentaron cortar las ruedas del vehículo.
- Destrozo repetido de las “propiedades” de la NNK con la pintada de mensajes anti inmigrantes y esvásticas.
La experiencia de nuestras compañeras en la región aluden a otros ejemplos preocupantes sobre amenazas y violencia perpetradas por individuos y grupos no estatales. Un conjunto de ONG con base en Belgrado ha publicado recientemente una declaración conjunta en la que se pide una mayor protección para las personas en tránsito tras el aumento de patrullas “anti migrantes” en la capital serbia. En Eslovenia, el pasado otoño, la llamada Guardia Štarjeska, que se define como un grupo paramilitar anti inmigrantes, realizó patrullas armadas por la frontera entre Eslovenia y Croacia.
Creemos que estas acciones llevadas a cabo a nivel local son solo una de las muchas consecuencias de las abusivas políticas en materia fronteriza de la Unión Europea. Es importante remarcar la influencia que ejercen las instituciones europeas al crear las condiciones idóneas para que florezcan este tipo de comportamientos. La falta de vías legales y seguras para poder pedir asilo en la UE junto con el bloqueo en las comunidades fronterizas en la Ruta Balcánica resulta en un hartazgo local y en el incremento de las tensiones en estas comunidades. A saber: la violencia material ejercida por las autoridades policiales de algunos países como Croacia durante las devoluciones a frontera (destrucción de móviles y robo de dinero), tiene como consecuencia el aumento de las necesidades materiales al otro lado de la frontera. Por lo tanto, se crea un calvo de cultivo en el que los robos o el abuso de drogas para sobreponerse a estas experiencias traumáticas se vuelven más recurrentes. Así, estos actos se convierten en la excusa perfecta para que estos grupos motivados por ideologías racistas ataquen a las personas en tránsito o a los grupos que les apoyamos.
Los símbolos fascistas de nuestra furgoneta son un reflejo de las medidas fascistas que la UE está en proceso de implementar para las personas en tránsito en los países balcánicos. La restricción al acceso de asilo, la segregación sistemática y racista, así como la consecuente violación de derechos fundamentales de las personas en tránsito acontece cada día ante una impunidad alarmante. La presencia de diversas organizaciones internacionales como ACNUR o OIM tampoco suma voces a la denuncia, sino que su silencio es clamoroso ante estas violaciones.
Si algo estamos aprendiendo de nuestras compañeras balcánicas, es a ser resilientes. Y si algo hemos empapado también de nuestros amigos en tránsito, es su capacidad de seguir andando a pesar de los contratiempos. Ellos son nuestro ejemplo y nuestra fuente de fuerza. La No Name Kitchen no se va a achantar: estamos preparadas para seguir luchando, conectando, transformando.
No Name Kitchen